¿No te ha pasado nunca que
hay épocas en las que no estáis conformes con alguna parte de
vuestro cuerpo, el peso, altura, con vuestra forma de ser, en general
con vosotros mismos? ¿tenéis el autoestima bajo?. Es probable
que sea temporal o que incluso sea algo generalizado. Bien, vamos a
ver cómo podemos solventar estas inseguridades y conocer un poco más
el autoestima.
El autoestima es según
Rosenberg “la totalidad de los pensamientos y sentimientos de la
persona con referencia a sí mismo como objeto” es el concepto que
tenemos sobre nosotros mismos. Está formado por tres componente
según Jose Manuel Lorenzo (2007): el cognitivo (lo que pensamos de
nosotros mismos, es decir el autoconcepto, como nos representamos
mentalmente o autoimagen), componente afectivo (cómo nos sentimos,
es decir el juicio de esas representaciones) y componente conductual
(cómo actuamos, la búsqueda de la autoafirmación y la
consideración de los demás).
Hay varios niveles de
autoestima, alto, medio y bajo, cuando es bajo es cuando nos afecta
negativamente, sintiendo emociones negativas como inferioridad, tristeza, celos, miedo al rechazo, frutración....el motivo es porque hay alguna necesidad básica que
no está siendo satisfecha, a nivel físico o emocional, es decir a
nivel de desarrollo como persona en cualquier ámbito de la vida
(Piaget,1985). Estas necesidades según Maslow están representadas
en la siguiente imagen y para que tengamos un bienestar total deben
ser satisfechas desde abajo de la pirámide hasta arriba.
Hay ocasiones donde estas
necesidades están cubiertas pero seguimos teniendo una evaluación
negativa sobre nosotros mismos (nivel cognitivo) ¿A qué puede
deberse?
Vivimos en una sociedad del
culto al cuerpo, donde lo joven, delgado, musculoso, ser alto/a,
tener unas piernas kilométricas, pechos grandes y firmes, etc......
es lo más hermoso y sino tienes estas cualidades no puedes triunfar
en tus relaciones o conseguir estatus social. Fuera de lo que nos
establece la sociedad, fuera de tener todas estas cualidades, hay
personas con todas ellas y aún así siguen preocupándose por su
cuerpo, por el que dirán......y ahí está el fallo, da igual que
seas moreno, rubio, pelirojo, alto, delgado, gordo....da igual, eres
tú y eres diferente, y eso es lo bonito, es lo que nos hace
especiales. Ahora hay que aprender a querernos a nosotros mismos,
porque da igual como seas, lo que reflejas de ti es lo que ven los
demás.
Es importante estar
contentos con nosotros mismos ya que esta seguridad es lo que nos
hará ganar fortalezas para la vida diaria en cualquier ámbito, en
la oficina, en la familia, en las relaciones personales, en el
deporte....no el ser guapo o guapa como la revista o el programa de
moda.
Os voy a poner un ejemplo,
imagináos una persona, da igual que sea hombre o mujer, ésta
realiza evaluaciones sobre sí misma y lo físico representa el 90%,
¿esta chica/o solo es físico?, estas evaluaciones son todas
negativas, que soy fea/o, que mira que nariz, que me faltan labios,
que no tengo pechos, que no tengo músculos, que, que, que, quejas,
quejas, quejas.....MAL!
Cómo vas a ser feliz
contigo misma/o sino haces más que decirte cosas negativas, sino
haces más que quejarte, sino haces nada por hacer cosas que te hagan
feliz fuera del aspecto físico???????? Abre los ojos y empieza a
vivir, no a imitar. Si hay algo que no te gusta, cámbialo, no te
quejes, se responsable de ti mismo y de lo que quieres en la vida en
general.....sino puedes cambiarlo quizá podrías plantearte
aceptarlo y centrarte en tus puntos fuertes y comprometerte en otros
aspectos de tu vida (terapia de aceptación y compromiso).
Y si en vez de levantarte
por la mañana y ponerte la ropa y pensar......buf! que gorda/o
estoy, estoy horrible, que mal.....piensas.........soy una personas
inteligente y fuerte, mira que ojos y sonrisa tan bonita tengo, seguro que
hoy pasarán cosas buenas.......lo has probado? Has probado en
destacar lo bueno que tienes y lo que no te gusta dejarlo en segundo
plano? Pensarás que no es fácil...pero es que no lo es y tampoco es
inmediato, es un trabajo arduo y de dedicación, piensa todo lo que
te has machacado, ahora toca quererte. ¿Te atreves? No hay nada que
perder......y sí mucho que ganar.
Quizá muchos de vosotros os
habéis dado cuenta el tipo de psicología que llevo, es psicología
positiva, ¿para qué me voy a centrar en lo malo si puedo aumentar
lo bueno? ¿Para qué voy a detenerme en hundirme, si puedo flotar?.
Está claro que hay cosas
negativas en la vida, en el físico de cada uno y en general en el
mundo....si......pero esto va a estar igual, ¿te sirve fustigarte? O
para una vida que vas a vivir...¿qué prefieres ser parte del mundo
como un vegetal o hacer algo de lo que sentirte orgulloso? ES TÚ
DECISIÓN.
Nosotros mismos somos
responsables de nuestras evaluaciones negativas, fíjate, una palabra
negativa, un pensamiento negativo, lo repites en tu cabeza todos los
días......y.....acabas creyéndote que eres eso, toma distancia de
ello, son solo palabras, es una evaluación que has realizado en base
a nada.....si ha causado tal efecto en ti, prueba lo contrario.
Además no solo somos responsables de nuestro propio autoestima
también influenciamos en los demás, cuando describimos a alguien no
lo describimos, lo evaluamos. Hay dos tipos de evaluaciones, las
primarias que son las que describen objetivamente, mide 1,53, pesa
74kg, y las secundarias que son las subjetivas, es bajita, está
gorda. Creamos un mundo basado en lo que “deberia ser” y no en lo
que somos, y esto es lo que nos lleva a la infelicidad.
El autoestima se va creando
desde que nacemos, los mensajes que les das a tus hijos directa o
indirectamente van creando un niño o niña fuerte o seguro de sí
mismo, y cómo actúes tú en tu vida mella en la de tú hijo porque
aprende de ti. Es importante trabajarlo para que nuestros niños/as
sean adultos fuertes y felices, seguros de si mismos y emocionalmente
estables. En la adolescencia cuando hay mayores cambios físicos y
cuando nos importa más nuestra imagen y lo que ven los demás de
nosotros es donde hay más riesgo de caer en trastornos alimentarios,
ya que no tenemos una personalidad desarrollada lo suficiente y puede
que nuestras vulnerabilidades y otros factores externos nos lleven a
caer en controlar nuestra vida mediante el aspecto físico y pensar
erróneamente que esto nos hará felices.
Vamos a medir nuestra
autoestima mediante la escala de Rosenberg, es una escala con una
fiabilidad del 80%. ¿Os ha salido un resultado
no esperado? Vamos a trabajarlo: para llegar a tener una buena
autoestima debemos trabajar diferentes conceptos según Jesús Díaz
Ibáñez:
- Autoconocimiento: conocer las necesidades de uno mismo, cómo actuamos y nos sentimos, para ello debemos de ser conscientes de quiénes somos.
- Autoconcepto: las creencias que tenemos sobre nosotros mismos, para ello tenemos que ser coherentes y firmes con nuestros valores y sentimientos.
- Autoevaluación: hacer una evaluación de nuestra situación actual, cambia lo que no te guste y crece con lo que estás de acuerdo. Sé responsable de tu cambio y tú felicidad.
- Autoaceptación: admite cómo eres físicamente y con tu forma de ser y sentir. Acepta tus fortalezas y debilidades.
- Autorespeto: atiende a las necesidades básicas descritas anteriormente en la pirámide de Maslow, quiérete.
- Autoestima: una vez aceptado cómo eres, actuarás como un todo integrado, pensando, siendo y actuando en congruencia.
Os pronpongo un ejercicio: coge dos papeles, en uno escribe 5 cosas que no te gustan de ti, y en el otro escribe 5 fortalezas. Por ejemplo una cosa física que no te gusta puede ser tu peso, una cosa que sí te gusta puede ser tu sonrisa, respecto a tu personalidad, una cosa que no te gusta puede ser no tener fuerza de voluntand, una cosa que sí te gusta puede ser tu sociabilidad con los demás.
A continuación escribe al lado de tus fortalezas lo que has conseguido en tu vida siendo así.
Bien, ahora coge la lista de los aspectos negativos y rómpela en todos los cachos posibles que puedas, ¿ya?, pues ahora coge la lista de tus fortalezas y ponla en un sitio que puedas ver todos lo días.
Cada días que te levantes, léela. Recuerda quién eres......
A continuación escribe al lado de tus fortalezas lo que has conseguido en tu vida siendo así.
Bien, ahora coge la lista de los aspectos negativos y rómpela en todos los cachos posibles que puedas, ¿ya?, pues ahora coge la lista de tus fortalezas y ponla en un sitio que puedas ver todos lo días.
Cada días que te levantes, léela. Recuerda quién eres......