viernes, 11 de agosto de 2017

¿ES POSIBLE TENER ESTRÉS EN VACACIONES?

Durante todo un año de trabajo, estrés, niños, familia, facturas, casa....esperamos las deseadas vacaciones. Cómo las disfrutemos y cómo vengamos de ellas es responsabilidad exclusivamente nuestra. Socialmente hay un idílico concepto entorno a lo que tienen que ser unas vacaciones, una paradisíaca playa lejos del tumulto de la ciudad, una casa rural perdida en el monte más chic del momento, un tour por las ciudades más representativas...y esto está muy bien, realmente bien....siempre que sea lo que tú quieres y no lo socialmente establecido. El escaparatismo social hace mella también en ésta época del año, sino cuelgas una de estas fotos en las redes sociales no estás siendo feliz como todos los demás, ¿lo haces para compartirlo o lo haces por alardear?. Esto es un arma de doble filo a nivel psicológico, tu felicidad y bienestar emocional es lo que a ti te gusta hacer, algo que sea positivo y que te de la energía necesaria para regresar al mundo rutinario y no lo que se tiene que hace porque lo hacen todos los demás, ya que en ese caso te creará estrés, frustración, vacío, envidias, en general generará emociones negativas.

Hay varios perfiles que muestran claros síntomas de estrés vacacional, tenemos aquellas personas que están acostumbrados a un ritmo de vida alto, de gran actividad, cuando por fin tienen tiempo libre no saben que hacer con él, aflora el aburrimiento y no saben que es lo que les da placer, aquello que les relaja o les ayuda a desconectar. Es muy importante conocerse a sí mismo para aprovechar al máximo estos días. Otro perfil es aquel que cuando tiene que pasar más tiempo junto a su pareja, familia, amigos, salen problemas subyacentes, ocultos por las ocupaciones diarias pero que al tener más contacto afloran, creando un estrés añadido. Es por eso que aumentan el número de separaciones pasado el verano. También problemas familiares o con amigos, aquellos que no aguantas o tienes redecillas del pasado pero que por compromisos tienes que estar con ellos, aumentando tu nivel de estrés en vez de disminuirlo. Tenemos también el típico/a ejecutivo/a, empresario/a, jefe/a o dueño de su propio negocio que no logran dejar el trabajo durante sus vacaciones, llevándose el portátil, ipad, móvil o cualquier tipo de tecnología a todos los lados, incapaz de desconectar y la sensación de no estar aprovechando el tiempo de descanso. A todo esto añadimos el tráfico, las maletas, los niños que se pelean y se cansan, retraso o pérdida de vuelos, llegar al destino y que no sea lo que aparecía en la página web cuando hiciste la reserva, adaptarse a un nuevo sitio, acumulación de gente....¿Te lo has planteado alguna vez? ¿Es tu caso alguno de estos?


¿Cómo detectar que tengo estrés? Los síntomas más comunes son: dolor o tensión muscular, dolores de cabeza, agotamiento o fatiga, problemas gástricos, taquicardias o palpitaciones, opresión en el pecho, sudoración fría en manos y pies, sequedad de boca, dificultad para respirar, temblores o inquietud, nerviosismo, falta o aumento de apetito y sueño, sensación de nudo en la garganta, deseos de llorar y gritar, preocupaciones y pensamientos negativos, dificultad para concentrarse, pensar, mala memoria, dificultad para tomar de decisiones, sensación de que hay algo que te supera, cambios de humor, problemas sexuales, rechinar de los dientes, tics. Si te sientes así, está claro que tiene estrés y que en tu mano está hacer algo por solucionarlo, planea tus vacaciones con antelación para evitar que surjan imprevistos y para hacer lo que realmente de hace feliz dentro de las circunstancias de cada uno. Desconecta de todo aquello que te produce estos síntomas, relájate y busca cosas que te gusten, que te hagan disfrutar, júntate con personas que te aporten energía positiva y no más problemas. El dinero no es una excusa, siempre podemos hacer escapadas, ir al campo, a la piscina, a museos, hacer deporte o actividades que nos agradan...querer es poder. Tú decides, ¿eliges el camino del estrés o el de la relajación?

Como sois personas listas ;-) y vais a ir por el buen camino....os dejo una técnica de relajación, viene de la terapia de relajación progresiva, de Jacobson y os puede ayudar en el caso de que tengáis los síntomas anteriormente comentados. Es una terapia que consiste en tensar y relajar los músculos del cuerpo, no solo notarás más relajado tu cuerpo, también tu mente ya que te concentrarás exclusivamente en focalizar tu atención en las sensaciones que se producen al tensar y relajar tu cuerpo, evadiéndote de cualquier otro pensamiento. Busca un lugar agradable y tranquilo, sin ruidos, sin tecnología, donde estés solo y no te interrumpan, lleva ropa cómoda, descálzate y siéntate en una silla. Son tres fases, en la primera tendrás que tensar los músculos que te indicaré a continuación durante 5 segundos y relajarlo inmediatamente después durante 5 segundos, volviendo a la posición original. 
  • Manos – brazos: Puños: cierra los puños fuertemente y suelta, ahora la parte anterior de los brazos: dobla el brazo por el codo y aprieta fuerte hacia tu cuerpo. Parte posterior de los brazos: extiende los brazos todo lo que puedas.
  • Nuca y hombro Nuca: aprieta la parte posterior de la cabeza contra el respaldo de la silla. Hombros: encoge los hombros todo lo que puedas.
  • Ojos-cejas-frente: Ojos y cejas: frunce el ceño y cierra los ojos. Frente y cuero cabelludo: eleva las cejas con los ojos abiertos con la mirada al frente lo máximo que puedas. Siempre que tensen no te olvides en relajar la zona volviendo a la posición original lentamente.
  • Cuello-boca: Boca: tensa los músculos de los labios y rostro, presionando ligeramente los labios. Mandíbula: aprieta los dientes como si mordieras algo muy fuerte. Cuello: coloca la lengua en el paladar y empuja hacia arriba todo lo fuerte que puedas.
  • Tronco- pecho: Pecho: respira profundamente durante 5 segundos y luego echa aire, con la sensación de dejarte llevar, nota como el aire que entra es caliente, ahora inspira y nota como es fresco, limpio, te renueva por dentro. Estómago: encoge los músculos del abdomen como si te fueran a dar un puñetazo.
  • Piernas- caderas: Piernas: aprieta los muslos y nalgas, extendiendo los pies hacia abajo tanto como puedas.
En la segunda fase repasa mentalmente las partes que hemos trabajado y en aquella donde notes tensión repite el ejercicio. Por último en la tercera fase deja tu mente en blanco o piensa en algo que te sea agradable (un paisaje por ejemplo) durante 1 minuto.

 No todo es estrés y aspectos negativos, finalizaré el post viendo los beneficios de unas buenas vacaciones, esto hará que te plantees si merece la pena dedicar un tiempo a saber lo que quieres y organizarlo con antelación. Indudablemente mejora el estado de ánimo, son épocas donde los días son más largos, hay más luz solar, más tiempo para el disfrute de uno mismo y de los que más queremos. Mejora la salud, disminuye la presión sanguínea y disminuye el riesgo de enfermedades causantes del estrés. Disfrutamos de experiencias nuevas y enriquecedoras ya que se añaden a nuestros recuerdos como momentos positivos y sensaciones placenteras, mejorar las relaciones personales. Tenemos más tiempo para conocernos a nosotros mismos y hacer cosas que nos refuercen positivamente, además de analizar el año y plantearse si hay que cambios que hacer. A la vuelta vendremos con más energía y descansados con lo que nuestro rendimiento aumentará. Y como hay que dar ejemplo con lo que uno dice, una servidora se va de vacaciones! nos vemos a la vuelta! Como deberes para estar vacaciones os dejo este consejillo....desconectar!

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