viernes, 15 de septiembre de 2017

¿LA PÓCIMA DEL AMOR?


Hoy vamos abordar un tema muy interesante y del que nadie se libra.... el amor....da igual que sea de hombre a mujer, de mujer a mujer o de hombre a hombre, es amor.....y antes de saber cómo tener una buena relación o cómo mejorarla..... tendríamos que saber qué es...bien...no quiero aburriros con definiciones, así que os dejo un corto que lo explica asombrosamente bien....pincha el aquí!
Con esto os quiero hacer ver que el amor para que sea sano tiene que ser compartido, establecer una relación interpersonal, una diada. Es decir, es importante compartir lo bueno y malo y solventar las dificultades y problemas de la vida diaria juntos, al igual que disfrutar, pero es muy importante mantenernos como seres únicos e independientes, cada uno con su espacio personal y desarrollo autónomo. No aislarnos socialmente sino establecer relaciones de todo tipo, familiares, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de deporte, ocio....y de pareja. Un compromiso donde ambos son responsables de esa relación, y como seres responsables, activos en mantenerla sana y feliz. Ahora muchos pensaréis......si, si, pero eso que nos dices es muy idílico, la realidad luego es otra, no todo es color de rosa.......no, no todo es color de rosa pero por eso lo de ser activos, responsables y comprometerse.
 
Lamentablemente no puedo daros la pócima del amor verdadero y perfecto! Pero si puedo hablaros sobre los componentes del amor , cuáles parecen ser los idóneos y daros pautas como psicóloga clínica sobre cómo mejorar o mantener una buena relación y abandonar relaciones tóxicas innecesarias.
Robert Stenberg es un psicólogo norteamericano que creó la teoría triangular del amor, según él, para tener amor verdadero....hay que tener tres componentes: pasión, intimidad y compromiso. ¿Cumples los requisitos?.
Hablamos de pasión cuando nos referimos al deseo sexual y romántico, intimidad cuando tenemos confianza y conocimiento el uno del otro, y compromiso, es la voluntad de mantener esa unión. Según se combinen se forman diferentes tipos de amor: el amor romántico es aquel formado por pasión e intimidad, es un amor idílico, de poca duración que ante cualquier adversidad tiende a desaparecer, el llamado amor de verano. El amor fatuo es pasión y compromiso, basado en lo físico pero sin acercamiento ni confianza, son relaciones tóxicas de dependencia. El amor sociable es aquel que tiene intimidad y compromiso, relaciones de amistad donde están de acuerdo en seguir juntos pero sin relaciones íntimas, se da en relaciones más maduras. Los otros tres amores solo tienen un componente, encaprichamiento si solo hay pasión, cariño si solo hay intimidad y amor vacio si solo se sigue por conveniencia. En cualquiera de estos tres casos es posible que la relación no sea muy duradera. Es bueno saber estos componentes para reforzar lo que tenemos positivo y trabajar lo que nos falta o lo negativo.



Las relaciones pasan por diversas etapas, enamoramiento (todo es positivo, se pasa el máximo tiempo juntos distanciados del resto, relación muy física) vinculación (disminuyen celos y respuestas pasionales, comienza el conocimiento del mundo y entorno de cada uno), convivencia (metas comunes, herramientas para solventar conflictos ante la adaptacion de la forma de ser de cada uno y sus hábitos), autoafirmacion (comienza los intereses de cada uno y es el momento de respetar, ceder y crear el propio espacio dentro del común), colaboración (nuevos proyectos como matrimonio, hijos, negocios, viajes....) y adaptación (solventar conflictos de la madurez y senectud que pueden afianzar o romper la pareja, como jubilaciones, muertes de familiares, independencia de los hijos...).
En todas estas estapas hay momentos positivos y otros no tanto, disfrutar lo bueno y apoyarse en lo malo de manera incondicional. Conocer estos cambios nos prevee de alguna manera pero la realidad es que vamos aprendiendo a vivir sobre la marcha....
Igualmente una pareja no vive aislada, las relaciones externas pueden influenciarnos, establecer límites apropiados en su momento hará que mantenga la relación estable.

Un aspecto importante es el que he comentado antes, la independencia dentro de la pareja, es esencial compartir un espacio, pero es necesario tener el propio. La dependencia a la larga crea conflictos, bien porque la parte dependiente de la pareja demande en exceso y la parte independiente evite cada vez más estas demandas...... alejándose cada vez más. Una manera de solventarlo es crear un espacio donde juntos compartáis tiempo y actividades que os gusten a ambos, en el caso de que no coincidáis entra la negociación, crear una lista con actividades que os gusten a cada uno e ir haciéndolas cada cierto tiempo, es necesario comprometerse. En estos casos mantendréis tiempo para pasar en pareja, disfrutaréis y reforzaréis los sentimientos agradables y positivos. Por otro lado guardar un espacio para vosotros, dedicaros tiempo y pasar tiempo con otras personas. Os dejo un fragmento de Fritz Perls que lo argumenta, pertenece a la terapia Gestalt, cuyo objetivo es poder ser uno mismo estando con el otro:
Yo soy Yo
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo. 



  Otra parte fundamental en la pareja es la comunicación, es una manera de expresar lo que queremos y lo que no y hacérselo saber al otro. Muchos de los conflictos surgen por la falta de comunicación o por hacerlo de manera incorrecta. Según Costa, M; Serrat, C. (1982. Terapia de pareja. Madrid: Alianza) a la hora de hablar sobre un conflicto o algo que no nos gusta hay que tener en cuenta primeramente que no somos adivinos con lo que hay que hacérselo saber, para ello hay que hacerlo de manera adecuada para no herir al otro. Expresar lo que no nos gusta de la forma más específica posible, que no de a interpretaciones subjetivas o personales, descripciones observables y cuantificables, relacionado con la situación y el contexto, poner énfasis en la información positiva, y tener en cuenta que la comunicación no verbal debe ser acorde a lo que expresamos.
No es lo mismo decir: “no me quieres nada, eres un arisco” que decir “me siento mal porque cuando llegas a casa no me das un beso y un abrazo, eres poco cariñoso, si lo hicieras me sentiría mejor y sonreiría más”. Para ello hay que comprometerse a hacerlo, una forma de empezar a trabajarlo es hacer un contrato realista, una lista de 5 conductas que nos gustaría cambiar, definirlas y buscar alternativas para cambiarlas. También destacar los aspectos positivos del otro, reforzar para que esas conductas se vuelvan a repetir en el futuro.
Hablar sobre temas agradables, abrir la conversación haciendo alguna pregunta, dar información adicional pero no excesiva, escuchar, cambiar de tema y pasar la palabra, cerrar la conversación. Por ejemplo: ¡Qué tal con tu amigo? Muy bien! Hemos estado tomando una cerveza esta tarde y hablando sobre el trabajo...¿tú qué tal? ¿qué has hecho por la tarde?
 

Para trabajar en vuestra relación os dejo una tarea! 
Se llama Día del amor de Costa, M; Serrat, C. (1982. Terapia de pareja. Madrid: Alianza): uno de vosotros ofrece al otro un día del amor, donde trendrá que aumentar las conductas positivas que habitualmente tiene con el otro y que sean de su agrado, tiene que ser sorpresa, también podéis hacer alguna actividad que le guste, no decir que es ese día para que al finalizar, ambos os deis cuenta del resultado, el cambio de comportamiento positivo de uno  afecta positivamente al comportamiento del otro.

A QUERERSE!!!!